El
llanto de tu olvido ahoga mi ser
Los
recuerdos de lo vivido me hacen enloquecer,
Tanto
luchar por la victoria para al final perder
Tanto
amarte, para quedarme sin ti; mujer.
Aun
no comprendo
Tu
maldita decisión,
Es
que aun no entiendo
Tu
¡adiós! Sin explicación.
Quizás
nunca hubo un “Los Dos”
Aunque
tu y yo, por siempre en mi corazón,
Tal
vez no fue voluntad de Dios
Que
me amarás sin razón.
Pues
sin razón te amé
Ciega
y perdidamente,
Amor
eterno juré
De
corazón y de mente.
Tú,
sin juramento alguno
Te
dedicabas a escuchar,
Que
te amaría como nunca te amará ninguno
Amor
inmenso como el mar.
Ahora
te vas
Diciendo
no dije nada,
Lo
nuestro lo dejas atrás
Al
igual que mi triste mirada.
No
hay nada que hacer
No
te puedo obligar a que estés conmigo,
Despiadada
mujer
Está
helando y me quitas el abrigo.
La
hipotermia de tu ausencia toca mi lecho
Lagrimas
que al caer son trozos de hielo,
Hoy
vacío se encuentra mi pecho
Hoy
sin ti es negro mi cielo.
Pero
te deseo lo mejor
Nunca
había amado hasta que te ame a ti,
Aunque
para ti solo haya sido un error
Fuiste
mi gran acierto cuando te conocí.
Por
eso para ti solo bendiciones
Salen
de mi boca,
Lastima
que por separar nuestros corazones
Sufrir
es lo que nos toca.
Pues
arriba está el que para bajo todo lo ve
Y
sabes que a él no se le escapa nada,
Órale
y nunca pierdas la fe
Para
que no llores… Cuando vayas de bajada.