SIENDO LA MADRUGADA

Atormentado por no tener aún una frase clave para empezar
entablando contigo una amena conversación,
diluyendo poco a poco mis pocas ideas para poder expresar
que desearía contigo tener una relación. 

Una cita que esta por asfixiarme

una docena de flores que sin pétalos se han quedado,
quisiera ir seguro pero sé que no debo confiarme
no quisiera ser el pasajero que el último tren ha dejado.

Ya van treinta y dos veces que el reloj diviso

con una angustiante mirada,
de nuevo mis ojos se fijan en el piso
y mi mente mientras te espero sigue nublada.

Miro a todos lados pues no se por donde llegarás

con un rostro como de quien espera sorpresa,
dentro de mí pregunto ¿por qué te tardarás?
¿por qué me causas dolores de cabeza?

Una leve llovizna empieza a caer

si me levanto me quitan la silla,
mas sin embargo le pido a Dios que el agua logre retener
para decirte en campo seco ¡te amo chiquilla!

La llovizna se hace aguacero

ahora si me toco escamparme,
llevas una hora de retraso y siento que me muero
pero te sigo esperando pues lograste atraparme.

El detalle que te traje ya se halla mojado

el inclemente clima no tuvo piedad,
la hora que es y aun no has llegado
¿cómo es posible tener tanta frialdad?

Estoy pensando en decirte despreocúpate

listo para cuando me estés dando explicaciones,
aunque mi mente te grite ¡ocúpate!
que mujer con tantas complicaciones.

Se empezó a ir la gente

el mirador poco a poco queda vacío,
y yo ya casi demente
pensando en como salir sin sufrir de este lío.

Pero aun conservo esperanzas

apenas van tres horas,
es que cuando existe el amor se extinguen todo tipo de balanzas
y mientras mi alma, llora que llora.

El frío carcome mi ser

el detalle se halla en el piso,
me resigno de nuevo a perder
mientras que ya cae granizo.

Sistema correo de voz

en tu celular un sinfín de llamadas perdidas,
me hiere la muerte con su putrefacta Oz
ahora como lucho si tengo mis fuerzas vencidas.

Emparamado por el parque solo camino

eso es que ya no has de venir,
¿por que te saliste de mi destino?
si al contrario te quería más que incluir.

La luna me acompaña

llevas retrasada como cinco horas,
la suerte en mi contra se cizaña
mientras que mi corazón a distancia compasión te implora.

Mirando hacia al cielo, eso es fijo que ya no llegas

mis ilusiones ahora no son nada,
con mis sentimientos suciamente juegas
mientras que te espero aun, siendo la madrugada.
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